El sistema alimentario y sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)
Los sistemas alimentarios generan el 34-37% de las emisiones GEI a nivel mundial. Debido a que la seguridad alimentaria se encuentra en juego, su abordaje no resulta fácil y requiere trabajo conjunto.
Tl;dr: Los sistemas alimentarios en general, pero particularmente en la Argentina por la importancia del sector agropecuario, generan importantes emisiones GEI. Por ello, tanto el sector productivo como la política pública deben delinear una agenda de trabajo conjunto.
Los sistemas alimentarios, y todos los actores que los componen, son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria a nivel mundial. No obstante, como toda actividad económica, también contribuyen a la generación de gases de efecto invernadero (GEI) a través de diversas vías. Como discutimos en una entrada anterior, “sostenibilidad es competitividad”, y por ello, el sector alimentario necesita buscar formas de reducir su impacto ambiental no solo por razones prácticas y éticas (vivimos en un mundo de recursos limitados) sino también por razones estratégicas (los consumidores y las regulaciones lo exigen).
En el siguiente artículo analizaremos las emisiones de gases de efecto invernadero de los sistemas alimentarios, tanto a nivel internacional como local, y la propuesta para el sector agroalimentario Argentina diseñada en el 2019.1 El objetivo de este artículo es describir de manera completa el impacto en materia de emisiones del sector, para luego pensar formas de mitigar el mismo e incluso contribuir a la captura de carbono.2
Emisiones del sistema alimentario
Actualmente, las emisiones de gases de efecto invernadero globales anuales se estiman en 52.000 Tns equivalentes de dióxido de carbono (CO2eq.).3 El 85% de las emisiones globales están generadas por 30 países, entre los cuales Argentina ocupa el puesto nro. 18, siendo responsable del 1% de las emisiones anuales a nivel global.4 Por su parte, los principales emisores son China (23,5%), Estados Unidos (11,8%), India (6,5%) y Rusia (4,8%).
En particular, el sistema alimentario que produce, procesa, distribuye y comercializa alimentos, como así también sus desechos orgánicos, representa el 34% del total de las emisiones GEI a nivel internacional en el año 2015 (ver gráfico debajo).5 Es el segundo sector que más emisiones después del energético, que incluye electricidad, calefacción, transporte y procesos industriales.6
Emisiones GEI del sistema alimentario
Fuente: Our World in Data (2021) sobre la base de Crippa et al. (2021)
Mientras que la mayoría de las emisiones generadas por combustibles fósiles provienen de países desarrollados, el 73% de las emisiones del sistema alimentario provienen de países en desarrollo (incluido China) y el 27% restante a países desarrollados. En particular, Crippa et al. (2021) estima que Argentina fue responsable del 1,8% del total de emisiones del sistema alimentario global para el año 2015, ubicándose en el puesto nro. 10 a nivel mundial (ver debajo “Emisiones actuales de la Argentina” para mayor detalle).
En términos históricos, las emisiones relacionadas con el sistema alimentario aumentaron un 12,5% de 1990 a 2015, pero la producción de alimentos en el mismo período aumentó un 40% (tomando cereales como proxy), implicando que la intensidad de las emisiones se redujo sustancialmente.
Emisiones durante la producción y procesamiento de alimentos
Las emisiones del sistema alimentario se clasifican en cuatro grupos, pero incluyen una variedad de actividades y prácticas que contribuyen a los GEI.
Producción Animal: 21%7
Rumia bovina: digestión vacuna de los alimentos que implica una fermentación entérica, con la consecuente generación de metano.8 Este efecto es el responsable del 45% de las emisiones globales de metano.
Manejo de materia fecal: los deshechos de bovinos y porcinos emiten óxido nitroso, implicando del 80% de las emisiones globales este gas.9
El nivel de intensidad de generación y captura de emisiones de la producción animal es ampliamente discutido en la literatura especifica.
Agricultura: 18%
Se descompone en 14% por producción de cultivos para consumo humano y 4% por producción de cultivos para alimento animal. Se identifican 3 grandes responsables.
Cultivos de arroz: los campos de arroz se inundan implicando una descomposición orgánica anaeróbica que generan altas emisiones de metano.10
Exceso de fertilizantes nitrogenados: parte del nitrógeno que las plantas no absorben se volatiliza y pasa a la atmósfera como óxido nitroso.
Combustión de maquinaria agrícola: Tractores, sembradoras y otras máquinas productivas generan CO2.
Usos de la tierra: 32%
Expansión agropecuaria: la deforestación reduce el territorio con capacidades de capturar y fijar carbono (también ver artículo sobre uso de la tierra y producción de alimentos). Los cultivos también cumplen funciones de captación, su corto ciclo de vida hace que los tiempos de fijación sean mucho menores que los de un bosque.
Quemas de pasturas: como en toda combustión se genera dióxido de carbono.
Arado y manejo de tierras: la utilización de arados y rastras para remover la tierra, que elimina malezas y permite una mayor penetración de la semilla, produce la ruptura de la estructura del suelo generando una disminución de nutrientes y la descomposición de materia orgánica en CO2 que se emite a la atmósfera. En Argentina la siembra directa evita el movimiento de tierras y se utilizan otros mecanismos (herbicidas, etc.) para lidiar con las malezas, mientras que países como EE. UU. optan por el movimiento de suelos.
Cadena de abastecimiento: 18%
Esta categoría involucra todos los pasos productivos entre el campo y el consumo: retail (4%), packaging (5,5%), transporte (4,8%)11, y procesamiento (3,5%).
En conclusión, diferentes productos agropecuarios generan diferentes emisiones de gases invernadero (ver gráfico debajo), y son los productos animales, particularmente los vacunos, grandes emisores.
Emisiones GEI por producto y por etapa productiva
Fuente: Our World in Data (2021) sobre la base de Poore, J., & Nemecek, T. (2018)
Desechos y putrefacción
Existe una categoría adicional relevante a la industria alimentaria, aunque no refiere a la producción de alimentos, que es la descomposición de comida (materia orgánica) que produce agua y metano, contribuyendo al GEI, generando el equivalente a un 9% de las emisiones del sistema alimentario.
Se estima que un tercio de los alimentos a nivel mundial son desechados, muchas veces por su apariencia.12 Sin embargo, los desechos alimentarios y sus emisiones difieren en dos variables, el tipo de alimento y la etapa en la cadena productiva y de consumo.
Primero, la gran mayoría de los desechos y emisiones provienen de frutas y verduras (42% de alimentos desechados), cereales (22%) y otros productos vegetales (19%), en lugar de lácteos (9%), carnes (5%) y aceites/pescados (4%).13 Segundo, mientras que en los países en desarrollo la gran mayoría de los desperdicios ocurren durante el almacenamiento y transporte de los alimentos, en los países desarrollados un importante porcentaje ocurren al nivel del consumo. En Europa y América del Norte, se desperdician ente 95-115kg por año per cápita al nivel del consumidor, mientras que en África o Asia son solamente 6-11 kg por año per cápita.14
Emisiones actuales de la Argentina
En el año 2016, Argentina emitió 364 MtCO2eq., de las cuales el sector energético significó el 53% del total de las emisiones, seguido por el sector agrícola, ganadería, silvicultura y otros usos de la tierra con el 37%15, por procesos industriales y uso de productos con el 6% y por residuos con el 4%. Específicamente, el nivel de emisiones nacionales del sector agrícola se encuentra por encima del promedio mundial, de 18,4%, en esta categoría.16 17
Al compararnos con otros países productores de alimentos, Argentina contribuye el 1,8% mundial de las emisiones relacionadas con alimentos (puesto 9 a nivel mundial), detrás de países como China, Indonesia, EE. UU, Brasil o Canadá. Los diez países con mayores emisiones, dentro de los cuales se encuentra Argentina, concentran el 60% de las emisiones del sector.
Ranking de países con mayores emisiones en el sector alimentario
Fuente: elaboración propia en base a datos de Crippa et al (2021)
Para muchos de estos países, el sector agropecuario no es uno de los principales emisores. Por ejemplo, el sector agrícola representa solo el 10% de las emisiones GEI de EE. UU. o Canadá, y 6,7% de las emisiones de China, mientras que en el caso de Brasil, agricultura y uso de la tierra representa el 55,9% del total de emisiones.18 19 La mayor participación de las emisiones del sector agropecuario en Argentina se debe en parte a la importancia relativa del sector agroalimentario comparado con otras industrias más incipientes.
En total, la producción agropecuaria (que incluye agricultura, ganadería, silvicultura y uso de la tierra) genera 136 Mt CO2eq. La ganadería para la producción de carne o láctea es la principal fuente de emisiones, responsable del 54% de este total. Luego le sigue la deforestación que contribuye 26% y, en tercer lugar, la agricultura con 14%.
Emisiones por sector productivo agropecuario en Mt CO2eq. Argentina, 2016.
Fuente: elaboración propia en base a Gabinete Nacional de Cambio Climático (2019)
A su vez, el subsector ganadería es el principal emisor de GEI a nivel nacional, contribuyendo con el 21% de las emisiones totales (78,6 Mt CO2eq).
“Plan de Acción Nacional de Agro y Cambio Climático”
En el marco del Acuerdo de París firmado en 2016, Argentina se comprometió a no exceder los 483 MtCO2eq. en 2030 y a una serie de medidas de mitigación incondicionales que representaría una reducción del 2,8% del total de reducción de emisiones propuestas en el Acuerdo de París.20 Para lograr dichos compromisos, el país deberá adoptar una serie de medidas de adaptación y mitigación en distintos sectores de la economía. El desarrollo de estas políticas se da en el marco del Gabinete Nacional de Cambio Climático, creado por el Decreto 891/2016.
Para el sector agroalimentario en particular, se estableció el “Plan de Acción Nacional de Agro y Cambio Climático” (PANAyCC) el cual busca aumentar la competitividad del sector, reducir su vulnerabilidad ante las consecuencias del cambio climático, aumentar su resiliencia e incentivar el uso responsable de tecnologías y recursos naturales.
Las acciones de mitigación buscan reducir emisiones de GEI y aumentar el secuestro de carbono de la atmósfera a través de un aumento de la forestación, mayor rotación de cultivos y el aprovechamiento de la biomasa para la generación de energía en diferentes subsectores. Se estima que, de ser implementadas, estas medidas contribuirían a reducir 25,74 Mt CO2eq. al año 2030.
Acciones de Mitigación del PANAyCC
Fuente: elaboración propia en base a datos de Gabinete Nacional de Cambio Climático (2019)21
Adicionalmente, se busca mejorar la adaptación del sector agropecuario al cambio climático, disminuyendo su sensibilidad y exposición a la variabilidad climática. El PANAyCC identificó y busca mejorar diez medidas específicas actualmente implementadas. Este las agrupa en cuatro ejes concretos:22
Prevención y reducción del riesgo climáticos en zonas de producción agropecuaria a través de medidas que mejoren infraestructuras o programas relativos a planes de riego, acceso al agua, prevención de granizos, caminos rurales, etc.
Promoción de instrumentos que permitan la transferencia de los riesgos climáticos del sector.
Mejora en los sistemas vigentes para dar respuesta ante situaciones de emergencias agropecuarias.
Construcción de conocimiento e información agroclimática que permita la adaptación del sector agropecuario al cambio climático.
Por último, es importante que Argentina adopte compromisos de restauración de ecosistemas degradados y destruidos, en línea con los objetivos de la Nueva Década de la ONU.23
Emisiones acumuladas de Argentina
Debido a que los GEI persisten varios años en la atmósfera, en particular el CO2 que lo hace durante cientos de años, no solo importan las emisiones actuales sino también las emisiones pasadas.24 Por ende, el impacto ambiental total depende las emisiones acumuladas históricamente.
Se estimaba que Argentina había emitido 8,29 mil millones de toneladas de CO2 acumuladas desde 1750 al 2019 por combustibles fósiles o producción de cemento, representado el 0,5% del total global de emisiones acumuladas históricas y ubicando el puesto nro. 29 a nivel mundial (de 214 países).
Sin embargo, Carbon Brief (2021) estima las emisiones acumuladas históricas incluyendo el impacto de las emisiones generadas por cambios en el uso de la tierra.25 Al incluirse las emisiones generadas por uso de la tierra las emisiones históricas de la Argentina aumentan sustancialmente (ver artículo sobre uso de la tierra y producción de alimentos), ubicándolo en el puesto 14 a nivel mundial, habiéndose emitido un total de 32,3 mil millones de toneladas de CO2, representando el 1,3% de las emisiones totales acumuladas históricas (que alcanzan los 2.5 billones de toneladas de CO2).26
Emisiones históricas acumuladas, incluyendo emisiones de uso de la tierra. 1850-2021. En miles de millones de toneladas acumuladas.
Fuente: Carbon Brief (2021)
En general, aumentan sustancialmente las emisiones de grandes países que expanden fuertemente su frontera agrícola por sobre bosques (EE. UU., China, Rusia) y selva tropical (Brasil, Indonesia). Mientras que se ignora la expansión de la frontera agrícola de los países europeos porque éstos ya habían concretado su expansión para 1850, cuando comienzan las estimaciones.
Adicionalmente, Argentina se destaca en las emisiones acumuladas per cápita, es decir, emisiones per cápita sumada para cada año desde 1850 a la actualidad, ubicándose en el puesto nro. 5 a nivel mundial, con 3.820 toneladas de CO2 per cápita.27
Las emisiones acumuladas (totales, per cápita o por población) no son relevantes al momento de mitigar el impacto ambiental de la actividad humana, ya que son un costo hundido, han ocurrido y no puede hacerse nada al respecto. Sin embargo, son importantes para discusión de justicia climática, y cómo deben distribuirse los costos globales de las políticas de mitigación y adaptación.
Reflexiones finales
La producción de alimentos genera importantes emisiones de carbono, y mitigar dicho impacto no será sencillo. En el 2019 se comenzó a discutir la temática, pero desde entonces no ha habido avances coordinados (sector productivo, sector público, asociaciones ambientales) en la materia.
Para Argentina es una necesidad y una oportunidad abordar esta agenda de forma integral, conjunta y urgente, debido al tamaño del sector, su importancia económica, el impacto ambiental que genera, las consecuencias que tendrá el cambio climático sobre su actividad y la necesidad de preservar y restaurar ciertos ecosistemas.
Sin embargo, medidas erradas que fuercen la situación podrían tener un importante impacto en la seguridad alimentaria, perjudicando a los sectores más vulnerables. Por ende, recomendamos enfoques basados en incentivos más que regulaciones (de comando y control) que busquen reducir las emisiones del sector y el uso de la tierra garantizando, en simultáneo, la provisión segura y asequible de alimentos.
Para los productores, por su parte, las crecientes demandas del consumidor por alimentos transparentes (trazables) y diferenciados- sea por cuestiones ambientales, saludables o preferencias de consumo- forman parte de una nueva realidad a la cual deberán adaptarse. No obstante, también significan nuevas oportunidades de crecimiento, generación y captura de valor, que beneficiarán a aquellos que mejor las sepan aprovechar.
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En un artículo anterior analizamos el impacto del sector agroalimentario en el uso de la tierra, que a su vez tiene un importante efecto sobre las emisiones de carbono. Ver Orteu M. y Faroux, T. (2022), “Uso de la tierra: el desafío ambiental de la Argentina”, Dynamic Markets, 04/02/2022. Link:
Por ejemplo, ver Faroux, T. (2022), “El abecé para aprovechar los bonos de carbono en el campo”, originalmente publicada en el diario La Nación, 17/02/2022. Link:
La unidad “equivalentes de dióxido de carbono” resume en un único indicador las emisiones y el impacto de un conjunto de diferentes gases de efecto invernadero tales como dióxido de carbono, metano, óxido de nitrógeno, entre otros.
Hannah Ritchie and Max Roser (020) - "CO₂ and Greenhouse Gas Emissions". Published online at OurWorldInData.org. Retrieved from: https://ourworldindata.org/co2-and-other-greenhouse-gas-emissions
Crippa, M., Solazzo, E., Guizzardi, D. et al. (2021) Food systems are responsible for a third of global anthropogenic GHG emissions. Nature Food.
Hannah Ritchie and Max Roser (2021) - "Environmental impacts of food production". Published online at OurWorldInData.org. Retrieved from: https://ourworldin3data.org/environmental-impacts-of-food
El sistema alimentario se está volviendo cada día más intensivo en energía, con casi un tercio de las emisiones del sistema alimentario que provienen de actividades relacionadas con energía (ver Crippa et al. 2021 para mayor detalle).
Transporte y procesos industriales técnicamente se contabilizan como emisiones de energía, industria y otros, dado que las políticas públicas para reducirlas corresponden al sector energético (electrificación de la producción y transporte, energía renovable, eficiencia energética) o industrial.
Si sumamos las emisiones de energía, industria y otros correspondientes a la producción, procesamiento y distribución de alimentos a las emisiones de “Agricultura, Bosques y Uso de Tierra” alcanzamos el 26% de emisiones relacionadas con el sistema alimentario.
Crippa et al (2021) no distingue entre producción animal y agricultura. Entonces, consideramos el total estimado por Crippa et al. (2021) para la producción de alimentos y luego asignamos lo correspondiente a cada actividad según las estimaciones de Poore, J., & Nemecek, T. (2018).
El metano retiene 84 veces más calor en la atmósfera que el CO2, sin embargo, dicho impacto tiene lugar durante un plazo más corto, 9-12 años (comparado con los cientos de años que persiste el CO2). Por ende, el metano tiene un efecto mayor pero concentrado en el tiempo. Esta relación entre CO2 y otros gases invernadero en materia de retención de calor en la atmósfera es lo que permite calcular los indicadores de emisiones equivalentes en dióxido de carbono.
El óxido nitroso retiene 256 veces más calor en la atmósfera que el CO2, sin embargo, dicho impacto tiene lugar durante un plazo levemente más corto, 114 años (comparado con los cientos de años que persiste el CO2).
Para más información sobre el proceso de cultivo de arroz, ver: “How is rice grown”, Ricepedia, Link: https://ricepedia.org/rice-as-a-crop/how-is-rice-grown
La poca injerencia de las emisiones relacionadas con transporte de alimentos torna inútil el argumento de “consumir alimentos locales” como forma de reducir las emisiones de carbono. Ver Ritchie (2020), You want to reduce the carbon footprint of your food? Focus on what you eat, not whether your food is local, 24/01/2020, Our World in Data. Link: https://bit.ly/3BwDuV6
National Geografic (2016), How ‘Ugly’ Fruits and Vegetables Can Help Solve World Hunger, 01/03/2016. Link: https://on.natgeo.com/3BxtmLK
BCG (2018), Tackling the 1.6-Billion-Ton Food Loss and Waste Crisis. Link: https://on.bcg.com/3pZ6X8l
Too Good to Go (2018), What food is wasted? Link: https://bit.ly/3CxgTcD
FAO (2011) Global food losses and food waste – Extent, causes and prevention. Rome
Gunders, D. (2012). Wasted: How America is losing up to 40 percent of its food from farm to fork to landfill. Natural Resources Defense Council, 26, 1-26.
Xue, L., & Liu, G. (2019). Introduction to global food losses and food waste. In Saving Food (pp. 1-31). Academic Press.
Zhongming, Z., Wangqiang, Z., & Wei, L. (2021). UNEP Food Waste Index Report 2021.
Ganadería: 21,6%, Cambio suelo y silvicultura 9,8% y agricultura con 5,8%.
El inventario GEI realizado por Argentina únicamente contabiliza las emisiones asociadas con la producción de alimentos, no con el procesamiento y transporte de estos. Esto implica que debemos comparar las emisiones argentinas con el indicador de 18,4% de emisiones agropecuarias totales, no con el 26% que incluye transporte, energía, etc.
Ver Sec. Ambiente y Desarrollo (2019), Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero: Argentina, 2019. Macarena Moreira Muzio, Fabián Gaioli y Sebastián Galbusera.
Para EE. UU., ver EPA: https://www.epa.gov/ghgemissions/sources-greenhouse-gas-emissions
Para Canadá ver: https://www.canada.ca/en/environment-climate-change/services/environmental-indicators/greenhouse-gas-emissions.html
Para China ver: https://unfccc.int/sites/default/files/resource/China%202BUR_English.pdf
Para Brasil ver: https://unfccc.int/sites/default/files/resource/BUR4.Brazil.pdf
El caso de Brasil es importante, porque la actividad agropecuaria es su principal fuente de GEI, dado que su sistema energético es muy limpio (mayoritariamente compuesto por generación hidroeléctrica), y la deforestación de la Amazonía tiene un impacto muy importante sobre las emisiones GEI.
Tener en cuenta que en el 2020 Argentina asumió un nuevo compromiso de no exceder las 358,8 Mt CO2eq. al año 2030, pero no se detalló cómo, ni cuáles eran las medidas que permitirían reducir dichas emisiones. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Recuperado: https://www.argentina.gob.ar/noticias/argentina-anuncio-su-nuevo-compromiso-en-la-lucha-contra-el-cambio-climatico
Gabinete Nacional de Cambio Climático. Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Plan de Acción Nacional de Agro y Cambio Climático. Versión 1 – 2019.
Para mayor detalles sobre las medidas específicas de adaptación ver el anexo IV del Gabinete Nacional de Cambio Climático. Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Plan de Acción Nacional de Agro y Cambio Climático. Versión1 – 2019. Disponible en: https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/222018/20191127
UNEP (2019). Nueva Década de la ONU para la Restauración de los Ecosistemas, una gran oportunidad para la seguridad alimentaria y la acción climática. Recuperado de: https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/comunicado-de-prensa/nueva-decada-de-la-onu-para-la-restauracion-de-los
Se estima que el C02 persiste en la atmósfera por cientos de años, mientras que el metano por 12 y el óxido nitroso por 114 años. Para más detalles sobre la duración de todos los GEI, ver la tabla 2.14 de Forster, P., Ramaswamy, V., Artaxo, P., Berntsen, T., Betts, R., Fahey, D. W., ... & Van Dorland, R. (2007). Changes in atmospheric constituents and in radiative forcing. Chapter 2. In Climate change 2007. The physical science basis.
Carbon Brief (2021), Analysis: Which countries are historically responsible for climate change?, 05/10/2021. Link: https://bit.ly/3msbWvY
Orteu M. y Faroux, T. (2022), “Uso de la tierra: el desafío ambiental de la Argentina”, Dynamic Markets, 04/02/2022. Link:
Lideran el ranking: Nueva Zelanda (5.764 tCO2), Canadá (4.772 tCO2), Australia (4.013 tCO2) y Estados Unidos (3.820 tCO2).