Uso de la tierra: el desafío ambiental de la Argentina
Si bien suele ponerse el foco en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) o en la transición energética, el uso de la tierra es un desafío fundamental para Argentina.
Tldr: el desafío ambiental más complejo que enfrenta Argentina es el uso de la tierra, que a su vez impacta sobre las emisiones GEI y la biodiversidad. Si la economía argentina, y en particular el sector agropecuario, volviera a crecer sostenidamente, habría que tener implementadas políticas para mitigar el impacto sobre el uso de la tierra.
Hace dos semanas la consultora McKinsey publicó un documento cuantificando los costos que implicaría la transición a un mundo de cero emisiones. No es barato -US$275 billones a nivel global en los próximos 30 años, US$9,2 billones por año en promedio-, siendo la inversión actual insuficiente -faltarían US$3,5 billones anuales-.1
Dicho informe clasifica a la Argentina como un país intensivo en cuanto al uso de la tierra (suelos), compartiendo nuestra opinión que uno de los mayores desafíos ambientales del país es la preservación de ecosistemas naturales, con su consecuente impacto en emisiones GEI y biodiversidad, debido a la importancia económica que tienen las actividades intensivas en tierra, en particular, el sector agropecuario.
No estamos solos ante este desafío, lo compartimos con vecinos como Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, Perú, entre otros. Es un problema regional, pero creemos que es más complejo para Argentina, dado que su economía no crece hace una década.
Es decir, si la economía argentina vuelve a crecer (muy necesario), si el sector agropecuario despliega su potencial (imprescindible para que crezca la economía y las exportaciones), el problema de uso de la tierra se volverá más acuciante.
A continuación, analizamos el problema del uso de la tierra global y regional, luego estudiamos por qué se agravaría este problema si la Argentina volviese a crecer, y por último, proponemos posibles acciones, privadas y públicas, para mitigar su impacto.
Uso de tierra: un problema del sur (América Latina y África Sub-Sahariana)
Se denomina Antropoceno a la actual época geológica, debido al profundo impacto que han tenido los humanos en el ecosistema terrestre, en particular, los grandes centros urbanos y la utilización de más del 50% de la tierra habitable para agricultura.2
Uso de la tierra a nivel global
Fuente: Our World in Data (2019) basado en Ellis et al. (2020)3
Este proceso de modificación del uso de la tierra continua, el 86% de las modificaciones están relacionadas con la agricultura y han generado una reducción del área destinada a bosques en 0,8 millones de km2 entre 1960 y el 2019, y un aumento del área destinada a cultivos y pasturas (1,0 y 0,9 millones de km2 respectivamente).4
Mientras que los países desarrollados del norte global (incluyendo China) han aumentado su cantidad de bosques en dicho período, el sur global los ha reducido (ver figura debajo). El área cultivable aumentó fuertemente en el sur global, reduciéndose en el norte global, mientras que el área de pasturas aumentó tanto en el norte como en el sur, impulsado principalmente por China y Brasil respectivamente.5
Bosques: modificación de uso de tierra. 1960-2019.
Verde=estable, azul=aumentó, rojo=redujo, violeta=cambio (ganancias-pérdidas en el período). Gráfico de área de la derecha muestra estas modificaciones acumuladas para cada latitud.
Fuente: Winkler, K., Fuchs, R., Rounsevell, M. et al. (2021)
Si bien continúa habiendo modificaciones en el uso de la tierra, el ritmo de cambio se redujo. Durante el periodo 1960-2004 la tasa de cambio en el uso de la tierra estaba en aumento (ver gráfico debajo), pero en el período 2004-2019, la misma se ha reducido fuertemente, impulsado principalmente por África Sub-Sahariana y América del Sur.
Tasa de cambio del uso de la tierra. 1960-2019. A nivel global y América del Sur.
Fuente: Winkler, K., Fuchs, R., Rounsevell, M. et al. (2021)
Las principales dos consecuencias de modificar el uso de la tierra son:
Impacto sobre la biodiversidad, estando el 80% de las especies del planeta en riesgo por alguna actividad humana. La agricultura es la segunda actividad que más afecta la biodiversidad, después de la sobreexplotación de recursos (tala de bosques, caza, pesca), seguida por el desarrollo urbano.6
Aumento de las emisiones de carbono, representando el 10% de las emisiones totales a nivel mundial y el 32% de las emisiones generadas por el sistema alimentario, por vía de tres mecanismos: menor captura de carbono de los ecosistemas, quema de pasturas y el manejo de las tierras.7
Argentina: problema procíclico
En Argentina, la agricultura y ganadería han modificado fuertemente el uso de la tierra, desplazando ecosistemas naturales, particularmente bosques. Sin embargo, es importante preguntarnos cuándo ocurrió dicho cambio, dado que mayormente fue durante la primera década de los 2000.
Tasa de cambio del uso de la tierra. 1960-2019
Fuente: Winkler, K., Fuchs, R., Rounsevell, M. et al. (2021), Supplemental Material8
No es casualidad que las mayores tasas de cambio del uso de la tierra hubiesen ocurrido entre 2002 y 2013, impulsadas por el fuerte crecimiento del sector agropecuario post crisis 2001 (uno de los motores de la recuperación) y la suba de los precios internacionales de los alimentos y materias primas.
Índice de Precios de Materia Prima de Argentina. 2002-2021. 12/2021=100
Fuente: BCRA9
No hay dudas de que el agro es de los sectores más productivos y dinámicos de Argentina, sin embargo, su producción se ha reducido en relación con las de otros países. Dos indicadores reflejan esta realidad:10
Caímos ocho puestos en el ranking mundial de exportadores de alimentos. En el 2008 ocupábamos el puesto 10, mientras que en 2019 ocupamos el puesto 18.
El valor de la producción agropecuaria de Argentina representaba el 33% de la producción agro de Brasil en el 2000 pero cayó al 23% para el 2018.
La incógnita y preocupación desde una perspectiva ambiental es cómo impactaría un nuevo ciclo de crecimiento y precios internacionales altos sobre el uso de la tierra.11 Si el sector agro volviera a crecer fuertemente, ¿qué impacto tendría sobre los bosques y ecosistemas?
Mitigando el impacto: esfuerzo público-privado
La Argentina necesita crecer, y el aporte del sector agropecuario resulta fundamental para alcanzar dicho objetivo. Sin embargo, es necesario incorporar la variable ambiental cuando consideremos el desarrollo del sector por razones éticas, de competitividad, de política internacional, y/o de política local (veto ambiental).12
Es necesario realizar acciones en dos niveles, tanto en el marco de las políticas públicas como a nivel productivo, siendo imperioso el diálogo, trabajo conjunto y confianza entre el sector público y privado para ser exitosos.
La principal política pública en materia de uso de la tierra es el “Plan Nacional de Restauración de Bosques Nativos” del MAyDS, que clasifica los bosques nativos en tres categorías de conservación:13
Muy alta (rojo en el mapa): No deben transformarse ni ser sujetos a aprovechamiento forestal. Únicamente actividades que no afecten el ecosistema.
Mediano (amarillo): No deben desmontarse, pero pueden ser aprovechados para actividades sostenibles (turismo, recolección, etc.)
Bajo (verde): Pueden transformarse parcialmente o en su totalidad.
Categorías de Conservación de Bosques Nativos
Fuente: MAyDS (2020)
El programa es un primer paso efectivo, pero creemos que tiene dos déficits que deben atenderse. Primero, no incorpora un incentivo propio a la reforestación, y segundo, no provee de flexibilidad al dueño de la tierra.
Incorporar un sistema tipo “cap and trade” lograría ambos objetivos. A modo de ejemplo supongamos que un productor desea deforestar 1 ha en un área de conservación intermedia, deberá compensar su impacto ambiental forestando 2 ha en otra área intermedia, o 5 ha en un área conservación baja (ratios a modo de ejemplo). Claramente hay áreas donde se mantiene la prohibición de cambio de uso del suelo, pero un sistema como el mencionado permite mayor flexibilidad, da lugar a un uso más eficiente del suelo y genera incentivos económicos a la reforestación.
En la actualidad, los sistemas de imágenes satelitales, asistidos con inteligencia artificial, son una gran herramienta para controlar y supervisar el cumplimiento de normas de este tipo, y potenciar su impacto ambiental.14
Desde el punto de vista productivo, resulta fundamental aumentar el rendimiento por unidad productiva (yield), muchas veces implicando una agricultura y ganadería más intensivas que extensivas.
Mayor productividad suele también implicar maquinaria, servicios y procesos productivos más modernos, es decir, inversión y capital. El agro suele tener una cultura de adopción de tecnología, pero debería potenciarse facilitando/subsidiando el acceso al financiamiento (eterno reclamo del sector) y difundiendo grupos como CREA, que facilitan la transferencia del conocimiento y prácticas productivas sustentables exitosas.15
Evitar la agricultura expansiva, implica aceptar y educar a la gente sobre algunos trade offs, por ejemplo, la utilización de GMO’s, agroquímicos y otras tecnologías que muchos grupos de interés rechazan. Es decir, continuar el camino de la revolución verde comenzada por Norman Borlaug, que ha permitido enormes avances productivos.16
Revolución verde: cambio en la producción, rendimiento y uso de la tierra de cereales. 1961-2018. Índice 1961=0.
Fuente: Ritchie, H. (2017)17
Sustentabilidad es competitividad
Usualmente se discute sobre la dificultad de la transición energética, menos veces se discute seriamente sobre la necesidad de modificar nuestros sistemas alimentarios.
Por más compleja que sea la transición energética, hay ciertos consensos sobre las herramientas disponibles (renovables, nuclear, hidrógeno, etc.) y la discusión trata sobre el impacto o velocidad de esta. En la discusión sobre los sistemas alimentarios, no hay consensos sobre cómo encarar muchos desafíos y sus trade offs.
Al igual que la transición energética, tendrá muchos costos económicos y sociales, pero se le suman las cuestiones culturales (pocas cosas están tan relacionadas con la identidad como la comida). La sociedad y los gobiernos cada día le dan más importancia a esta cuestión.18
Argentina, y el agro en particular, deberá afrontar estos importantes desafíos, ya que en el siglo XXI la sustentabilidad es competitividad.
McKinsey (2022), The net-zero transition: What it would cost, what it could bring, 01/2022. Link: https://www.mckinsey.com/business-functions/sustainability/our-insights/the-net-zero-transition-what-it-would-cost-what-it-could-bring#
Hannah Ritchie and Max Roser (2019) - "Land Use". Published online at OurWorldInData.org. Retrieved from: https://ourworldindata.org/land-use
Ellis, E. C., Beusen, A. H., & Goldewijk, K. K. (2020). Anthropogenic Biomes: 10,000 BCE to 2015 CE. Land, 9 (5), 129.
Winkler, K., Fuchs, R., Rounsevell, M. et al. Global land-use changes are four times greater than previously estimated. Nat Commun 12, 2501 (2021). https://doi.org/10.1038/s41467-021-22702-2
El gráfico presentado es una versión recortada del gráfico completo que incluye la evolución de los cultivos y pasturas entre el período 1960 y 2019. Es decir, no solo como se contrajeron los bosques, sino que fueron reemplazadas por pasturas o cultivos. Ver Winkler, K., Fuchs, R., Rounsevell, M. et al. (2021) para mayor detalle.
Maxwell, S. L., Fuller, R. A., Brooks, T. M., & Watson, J. E. (2016). Biodiversity: The ravages of guns, nets and bulldozers. Nature, 536(7615), 143.
Crippa, M., Solazzo, E., Guizzardi, D. et al. (2021) Food systems are responsible for a third of global anthropogenic GHG emissions. Nature Food.
Las estadísticas oficiales del MAyDS reflejan un escenario similar, en el cual hubo una importante deforestación durante la década de los 2000, pero luego fue reduciéndose. Link: https://bosques.ambiente.gob.ar/
Índice de Precios de Materias Primas, BCRA. Recuperado: 28/01/2022. Link: http://www.bcra.gov.ar/PublicacionesEstadisticas/Precios_materias_primas_i.asp
Estos indicadores buscan ser representativos. Fuente: FAOSTAT en ambos casos.
En la actualidad estamos transitando otro ciclo de precios internacionales altos de los comodities, particularmente de origen agropecuario, sin embargo, el productor y la actividad agropecuaria no lo percibe debido a las políticas cambiarias (cepo) e impositivas (retenciones). Es decir, que no tiene incentivos a aumentar su producción.
La necesidad estratégica de incorporar prácticas sustentables en la producción agropecuaria se discutirá en otro artículo. Sin embargo, vale la pena resaltar que en la actualidad, el ambientalismo posee poder de veto. Podríamos resumirlo como: “se hace bien, o no se hace”, mientras que en el pasado no era así. Los recientes ejemplos de Tierra del Fuego (silvicultura), Chubut (minería), y Mar del Plata (exploración petrolera), lo dejan bien en claro.
“Manejo sostenible de bosques”, MAyDS, recuperado 28/01/2022. Link: https://www.argentina.gob.ar/ambiente/bosques/manejo-sostenible
También, MAyDS (2020), “Informe de estado de implementación. Ley n.° 26331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos”, Junio 2020. Link: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/informe_implementacion_bosques_correg25_02.pdf
Por ejemplo, ver la empresa fundada por emprendedores argentinos Pachamama (https://pachama.com/).
Por ejemplo, Palma et al. (2013) documenta la importancia de la transferencia del conocimiento para aumentar el rendimiento en la producción de cereales de Chile.
Palma, A. A. E., & Alejandro del Pozo, L. (2013). Assessing long-and short-term trends in cereal yields: The case of Chile between 1929 and 2009. Ciencia e investigación agraria: revista latinoamericana de ciencias de la agricultura, 40(1), 55-67.
Otras formas de producción, como la orgánica o agroecológica, tienen tasas de productividad menores a las técnicas modernas. Seufert, V., Ramankutty, N. & Foley, J. Comparing the yields of organic and conventional agriculture. Nature 485, 229–232 (2012). https://doi.org/10.1038/nature11069
“Yields vs. Land Use: How the Green Revolution enabled us to feed a growing population”, Hannah Ritchie, Our World in Data, 22/08/2017. Link: https://ourworldindata.org/yields-vs-land-use-how-has-the-world-produced-enough-food-for-a-growing-population
El tema ya se encuentra en la agenda de organismos internacionales tales como el G20 del año 2018, donde el “futuro sustentable de los alimentos” (sustainable food future) fue incluido en la agenda de discusiones, las organizaciones multilaterales tienen importantes exigencias en materia de sustentabilidad para otorgar financiamiento, y la mayoría de los países del mundo (incluyendo Argentina) se comprometieron en la COP 26 a acabar con la deforestación para 2030.
G20 Argentina 2018, Declaration G20 Meeting of Agriculture Ministers, 28/07/2018. Link: https://bit.ly/3DEY8El. Diaz-Bonilla, E. (2018). Financing" a sustainable food future": Some thoughts for the G20. Economics Discussion Papers. UN Climate Change Conference UK 2021, Glasgow Leaders’ Declaration on Forests and Land Use, 02/11/2021. Link: https://bit.ly/3qYDlYU